La contaminación atmosférica es uno de los grandes problemas de las ciudades. ¿Y si se pudiera mejorar la calidad del aire incorporando desechos agrícolas a los materiales de construcción? Un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba ha desarrollado un sistema que se podría implementar en los edificios para reducir los gases de nitrógeno a partir de la cáscara del arroz.
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